
Los bancos centrales mundiales ajustan sus estrategias ante la incertidumbre económica
Los bancos centrales de todo el mundo están recalibrando sus estrategias ante la creciente preocupación por la estabilidad de la economía mundial, especialmente influida por las recientes políticas comerciales de Estados Unidos.
El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) destacó recientemente los riesgos potenciales derivados de los nuevos aranceles estadounidenses que podrían afectar a las cadenas de suministro mundiales y a la economía del país. El Gobernador indicó que ciertos sectores podrían enfrentarse a retos duraderos debido a la cambiante dinámica comercial. Con la inflación cómodamente dentro del objetivo estándar del banco del 1-3% y el desempleo en un notable 5,1%, el RBNZ tiene margen para seguir reduciendo los tipos de interés. Los analistas sugieren que si el banco mantiene su trayectoria actual, podría aplicar recortes sustanciales de 275 puntos básicos, lo que supondría la relajación más agresiva desde la crisis financiera de 2008. Se prevé que la próxima decisión del 28 de mayo implique una reducción de 25 puntos básicos, y el dólar neozelandés está mostrando resistencia en medio de estas discusiones.
En Corea del Sur, el Banco de Corea se enfrenta a presiones similares. Las últimas actas de su reunión de abril revelan un consenso entre los miembros del consejo sobre la necesidad de posibles bajadas de los tipos de interés, sobre todo a la luz de unos vientos en contra de la economía más rápidos de lo esperado. El banco central mantuvo el tipo actual en el 2,75% durante esa reunión, pero indicó la posibilidad de una reducción en su próxima decisión del 29 de mayo, con un consenso que se inclina hacia un recorte de 25 puntos básicos.
Mientras tanto, se espera que el Banco Central de Hungría (MNB) mantenga su actual tipo de interés en el 6,50%, a la luz de los decepcionantes indicadores económicos y las preocupaciones fiscales. Aunque el MNB se enfrenta a continuos problemas de inflación, los funcionarios sugieren que no está previsto ningún recorte de tipos en un futuro inmediato, sobre todo teniendo en cuenta el creciente déficit presupuestario de cara a las elecciones del próximo año. Se prevé que la decisión, prevista para el 27 de mayo, reafirme el statu quo.
Por último, el Banco de la Reserva de Sudáfrica (SARB) está bien posicionado para decidir entre mantener su tipo actual o iniciar un recorte. Aunque la inflación ha disminuido hasta el 3,6%, el SARB se ha mostrado prudente ante la volatilidad mundial. Se espera que la próxima decisión del 29 de mayo se incline por el mantenimiento de los tipos, aunque las favorables condiciones internas podrían hacer más plausible que en los últimos meses un recorte de 25 puntos básicos. El rand sudafricano se ha fortalecido significativamente, lo que indica un sentimiento positivo que podría influir en la decisión del banco central.
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