La libra esterlina avanza frente al dólar ante la divergencia de las políticas monetarias de EE.UU. y el Reino Unido
El jueves, la libra esterlina repuntó frente al dólar estadounidense y se acercó a 1,3550, en un contexto de cautela ante el riesgo y de debilidad del dólar. El movimiento se produjo después de la publicación de los datos de inflación de EE.UU., que revelaron un panorama mixto, pero en última instancia mantuvieron las expectativas de un recorte de tipos de interés de la Reserva Federal en la próxima semana.
El índice de precios al consumo de agosto mostró que la inflación general aumentó un 0,4% intermensual, por encima de las expectativas de una subida del 0,3% y por encima del 0,2% de julio. Este repunte se debió principalmente al aumento de los costes de la energía y la vivienda. En términos anuales, la inflación general se mantuvo estable en el 2,9%, en línea con las previsiones, pero representando un aumento respecto al 2,7% del mes anterior. Por su parte, el IPC subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, aumentó un 0,3% intermensual y un 3,1% anual, igualando las previsiones y las cifras de julio. Esta estabilidad de la inflación subyacente indica que las presiones subyacentes sobre los precios están relativamente contenidas, lo que respalda las expectativas de un modesto recorte de tipos de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal la próxima semana.
El sentimiento del mercado se vio influido por estos datos, y los operadores apostaron por una postura cautelosa de relajación de la Reserva Federal en medio de señales más débiles del mercado laboral y un índice de precios al productor más débil. La probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos para diciembre aumentó al 94%, reflejando las expectativas de que la inflación sigue bien controlada. Mientras tanto, el posicionamiento del mercado sugiere que se descuentan totalmente nuevos recortes de tipos, y los inversores esperan tres reducciones para finales de 2025.
La atención ahora se centra en el Banco de Inglaterra, que se espera mantenga su tasa de interés en 4,00% durante su próxima reunión de política monetaria. Tras una serie de recortes de tasas a principios de este año, el BoE parece estar adoptando una postura más cautelosa, especialmente en medio del persistente crecimiento salarial y las presiones inflacionarias rígidas. La divergencia en las direcciones de la política monetaria —con expectativas de relajación por parte de la Reserva Federal mientras el BoE mantiene su postura actual— podría brindar apoyo a corto plazo a la libra, ya que la reducción de los diferenciales de tasas de interés tiende a favorecer a la moneda británica.
El objetivo principal del Banco de Inglaterra sigue siendo alcanzar un objetivo de inflación del 2% mediante ajustes de los tipos de interés, con políticas como la relajación cuantitativa o el endurecimiento empleadas según sea necesario para influir en la actividad económica y la estabilidad de los precios. Dado que las sendas de la política monetaria mundial siguen siendo divergentes, es probable que las perspectivas del GBP/USD sigan siendo sensibles a los cambios en las expectativas de tipos de interés y a los datos económicos de ambos países.

