13/08/25

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El precio del oro ha subido hasta casi 3.360 dólares, en medio de un descenso significativo de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. En las últimas operaciones, el oro se ha beneficiado de la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, que disminuyeron aproximadamente un 1,2%, hasta situarse en torno al 4,26%. Este descenso aumenta el atractivo relativo de los activos que no generan rendimientos, como el oro, especialmente cuando el sentimiento de los inversores se inclina hacia posibles medidas de relajación de la Reserva Federal.

Las expectativas del mercado han cambiado notablemente tras el último informe del índice de precios al consumo de EE.UU. correspondiente a julio. Los datos no indicaron un aumento persistente de los precios de los bienes importados, lo que ha llevado a los operadores a ajustar las apuestas hacia una inminente bajada de tipos por parte de la Fed. La probabilidad de una reducción de los tipos en la próxima reunión de política monetaria de septiembre ha aumentado hasta cerca del 94%, frente al 86% de principios de semana, lo que refleja la creciente confianza del mercado en un ciclo de relajación.

Simultáneamente, el dólar estadounidense se ha debilitado, lo que ha impulsado aún más los precios del oro. Un dólar estadounidense más bajo suele hacer que el oro resulte más atractivo para los inversores, dada su relación inversa con el billete verde. Los analistas técnicos señalan que el oro se mantiene dentro de un patrón triangular simétrico, caracterizado por una volatilidad en contracción delimitada por una resistencia cercana a los 3.500 dólares y un soporte en torno a los 3.180 dólares. Actualmente, el precio se sitúa justo por encima de la media móvil exponencial de 20 días, en torno a los 3.357 dólares, con señales de impulso que indican indecisión en el mercado.

De cara al futuro, si los precios del oro rompen por debajo de los 3.245 dólares, los siguientes niveles de soporte podrían situarse en torno a los 3.200 y los 3.121 dólares. Por el contrario, un movimiento decisivo por encima del umbral de 3.500 dólares podría abrir la puerta a niveles de resistencia en 3.550 y 3.600 dólares, estableciendo potencialmente un nuevo impulso alcista. El oro sigue siendo un depósito de valor vital, especialmente durante periodos de incertidumbre económica y depreciación de las divisas, respaldado además por las adquisiciones de los bancos centrales. En 2022, los bancos centrales añadieron la cifra récord de 1.136 toneladas de oro a sus reservas, lo que indica los continuos esfuerzos de diversificación de las principales economías.

La correlación inversa del oro con el dólar estadounidense y los bonos del Tesoro de EE.UU. refuerza su papel como activo refugio clave en medio de las tensiones geopolíticas y la volatilidad de los mercados. Su precio sigue siendo sensible a las variables macroeconómicas, en particular los tipos de interés y los movimientos de las divisas, que influyen en la confianza de los inversores y en las estrategias de asignación de activos.