
El dólar avanza en medio de las tensiones comerciales y la incertidumbre geopolítica
El dólar estadounidense ha comenzado la semana en una posición más firme, impulsado por la demanda de refugio seguro en medio de la escalada de las tensiones comerciales y las incertidumbres geopolíticas. Los participantes del mercado están siguiendo de cerca las inminentes notificaciones arancelarias de Estados Unidos, que se espera que se envíen a más de 100 países antes del 9 de julio, con aranceles que se aplicarán a partir del 1 de agosto. La amenaza de aranceles de hasta el 70% subraya la significativa escalada de las disputas comerciales, lo que contribuye a una mayor cautela económica mundial.
Como consecuencia, el índice del dólar estadounidense ha subido en las primeras operaciones, acercándose a 97.40. El índice, que mide el dólar frente a una cesta de divisas principales, ha recuperado territorio dentro de un patrón de cuña descendente, lo que indica un posible impulso alcista. Indicadores técnicos como el índice de fuerza relativa y el MACD sugieren un repunte del interés comprador, aunque la tendencia general sigue siendo de cautela en medio de la volatilidad del mercado.
Los próximos anuncios de aranceles han amplificado las tensiones entre EE.UU. y sus principales socios comerciales, como China, el Reino Unido y Vietnam, algunos de los cuales se han asegurado acuerdos comerciales parciales para mitigar la exposición a los aranceles inminentes. Mientras tanto, los funcionarios estadounidenses reafirman la fecha límite de implementación del 1 de agosto, enfatizando la postura dura del gobierno en las negociaciones comerciales. La administración Trump también ha elevado la apuesta al amenazar con aranceles adicionales a países percibidos como alineados con políticas “antiestadounidenses”, intensificando las aprensiones del mercado.
La reciente caída del dólar estadounidense en el último año ha sido sustancial, con el índice del dólar estadounidense experimentando su caída semestral más pronunciada en más de cinco décadas, superando el 10%. Este brusco descenso se ha visto alimentado por la preocupación por los déficits fiscales, las tensiones comerciales y la disminución del atractivo como refugio seguro. Por su parte, el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años se mantiene en torno al 4.35%, lo que refleja la moderación de las expectativas de recortes inmediatos de los tipos de interés, a pesar de que los últimos datos económicos confirman un sólido crecimiento del empleo.
Las expectativas de relajación de la política de la Reserva Federal se han moderado tras las sólidas cifras de empleo, y los mercados analizan ahora la reunión de septiembre como el momento más probable para posibles ajustes de los tipos. La cautela del mercado se ve acentuada por las señales técnicas que sugieren una posible recuperación del índice del dólar, aunque un movimiento alcista sostenido dependerá de que se mantengan los niveles de soporte clave y se superen los umbrales de resistencia.